08 May
En ciertas actividades y situaciones, puede generarse una atmósfera explosiva en forma de gas, niebla o polvo capaz de provocar daños materiales y poner en riesgo a los trabajadores. Para evitar que esto se produzca, y siguiendo la normativa vigente, es imprescindible catalogar las áreas de peligro y establecer medidas de seguridad, tanto desde el ámbito técnico como organizativo.
Una veintena de colegiados de ingenierosVA han profundizado sobre ello en un seminario celebrado en la sede colegial y que ha estado impartido por Marta Gracia, ingeniera técnica industrial y directora técnico comercial en Siccis. Durante el curso, se han descrito los principales riesgos originados por las atmósferas explosivas y se han explicado las medidas preventivas necesarias para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores.
¿Qué es una atmósfera explosiva?
Una atmósfera explosiva es una mezcla de aire y sustancias inflamables, como gases, vapores, nieblas o polvos, en la que, tras una ignición, la combustión se propaga a la totalidad de la mezcla no quemada. Estas atmósferas pueden presentarse en diversos entornos industriales donde se manipulan, almacenan o procesan sustancias inflamables, como refinerías, plantas químicas, instalaciones petrolíferas o industrias farmacéuticas, entre otras.
Conocer el marco reglamentario y la sistemática de clasificación de áreas de riesgo es esencial para garantizar que las instalaciones estén en conformidad con los estándares de seguridad y prevención de riesgos laborales y para implementar medidas de control y protección adecuadas, minimizando así el riesgo de accidentes y daños materiales.
Los equipos eléctricos ATEX son dispositivos diseñados y certificados para su uso en atmósferas explosivas. ATEX es un acrónimo de «ATmósferas EXplosivas», y hace referencia a las normativas europeas que regulan la fabricación y el uso de equipos eléctricos en entornos donde existe el riesgo de una atmósfera explosiva. Estos equipos están diseñados para garantizar que no sean una fuente de ignición en entornos potencialmente explosivos y que sean capaces de soportar las condiciones adversas presentes en dichos entornos.
Los equipos deben cumplir con requisitos específicos de diseño, construcción y etiquetado establecidos en las directivas europeas ATEX (Directiva 2014/34/UE) y las normas técnicas armonizadas correspondientes. Suelen llevar una marca de conformidad ATEX que indica que han sido evaluados y certificados para su uso en atmósferas explosivas, lo que garantiza su seguridad y fiabilidad en entornos potencialmente peligrosos.