03 Abr
La industria 4.0 cobra hoy más importancia que nunca debido a la crisis sanitaria que estamos viviendo. Las tecnologías que conforman esta cuarta revolución industrial suponen una ayuda inestimable y clave para afrontar los nuevos retos que plantea el nuevo contexto mundial.
El sector industrial adapta los entornos de fabricación e implanta tecnologías de nueva generación que aportan un valor añadido adicional al diseño y a la producción.
La tecnología desarrollada para esta industria 4.0 está resultando un factor decisivo en las mejores prácticas a nivel mundial para contener la propagación del virus. Veamos unos cuantos ejemplos:
LA ROBÓTICA
Los robots se están utilizando para realizar diferentes tareas desde ser asistentes de la policía para controlar el uso de mascarillas o de la temperatura, hasta su uso para esterilización del transporte público y hospitales o para tareas básicas de enfermería y para asistencia a personas mayores.
El uso generalizado de robots podría reducir sin duda la exposición humana a agentes patógenos de forma significativa.
IMPRESIÓN 3D
Son muchas las aplicaciones y utilidades que las impresoras 3D pueden desarrollar para ayudar a combatir y mejorar la calidad de vida de la sociedad ante la pandemia. Asi, hemos visto surgir una comunidad de ‘makers’ en toda España que las emplean para la fabricación rápida de material de protección para sanitarios como viseras, pantallas protectoras, mascarillas e incluso se está consiguiendo fabricar respiradores ‘low cost’ para aquellas personas ingresadas en la UCI.
Estamos siendo testigos de una auténtica oleada de solidaridad entre aquellos que disponen de impresoras 3D y comienzan a fabricar desde sus casas todo cuanto sea necesario para frenar la crisis. Una labor que se está llevando también a cabo por colegiados como es el caso de Borja Fernández, coordinador del Fab Lab de la Universidad de Valladolid.
BIG DATA
Los pacientes y los centros sanitarios gestionan cantidades masivas de datos clínicos, que permanecen sin explotar por la falta de recursos para “tratarlos” de forma rápida y efectiva.
Es sin duda en el área de la salud donde las aplicaciones del Big Data tienen un mayor potencial de crecimiento, tanto para el área de medicina clínica (análisis de datos e historiales clínico, etc.) como para la gestión de centros de salud o tratamiento de bases de datos científicos.
El Big data puede aportar soluciones en tiempo real en el tratamiento inteligente de los datos incidiendo directamente en la reducción tanto de los gastos de salud como en la tasa de mortalidad.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
La IA llega a ser tan importante como la medicina para prevenir o detener una pandemia tal y como hemos visto en países como Corea o Taiwan
Prueba de ello es que las grandes empresas de tecnología como Google o el gigante asiático Alibaba ya están trabajando en diferentes soluciones para ayudar a la investigación y al rápido diagnóstico.
Para la predicción de la evolución de la pandemia se usan algoritmos de predicción o previsión de nuevos casos que sirven para la estimación de los equipos necesarios (mascarillas, respiradores, fármacos, camas, etc.) consiguiéndose así optimizar los recursos.
Otro uso de la IA es el cálculo de patrones de movilidad, la detección de futuros focos, el cálculo de factores de riesgo, y un sinfín de posibles soluciones. Igualmente, en el desarrollo de una posible vacuna la IA también juega un papel decisivo ya que está siendo usada para el desciframiento del genoma del coronavirus.
Todas estas tecnologías que forman parte de la industria 4.0 son factores claves para superar la crisis actual, por lo que se hace imprescindible estimular la economía y el tejido industrial asociado. El futuro del trabajo en la era post-coronavirus estará todavía más marcado por el talento y la tecnología y los perfiles STEM se harán imprescindibles.